domingo, 18 de enero de 2009

Momentos estelares de la humanidad

Hace algún tiempo, mi asesor literario me recomendó este libro. Aún no he terminado de leer la serie de miniaturas históricas que lo componen. Me quedan dos. Pero no me resisto a escribir unas letras para decir, aunque sea con palabras pobres, que es un gran libro.
He recorrido ya muchos siglos, desde los tiempos de la antigua Roma a los del telégrafo. He acompañado a pensadores, estrategas, descubridores, músicos, escritores y hombres de negocios, todos ellos de un gran nivel humano. Y, después de todo esto, esta tarde me he topado con la historia del capitán Scott.
Una historia de contrastes, llena de épica, de sufrimiento, de tesón, de orgullo. El relato de un aparente gran fracaso. Tras mil penalidades, Scott y sus cuatro acompañantes llegan al Polo Sur para descubrir que allí ya ondea la bandera noruega. El sueño por el que habían luchado se desvanece y el regreso a casa fue, en realidad, el camino hacia la patria definitiva. Mirando ya de frente a la blanca muerte, segura e inexorable, que esperaba pacientemente fuera de su tienda de campaña, Scott escribe a su mujer: "Cuánto podría contarte de este viaje. Y cuánto mejor fue emprenderlo, en lugar de quedarme sentado en casa disfrutando de una excesiva comodidad".
Sencillamente grandioso.

domingo, 11 de enero de 2009

Mi blog se ha enfadado

- Me tienes abandonado.
Esto es lo que me ha dicho mi blog cuando he entrado esta tarde para visitarlo. No he podido replicar nada, porque tenía toda la razón.
- ¿Es que no te ha pasado nada en navidades para contar?, me preguntó inquisitivo.
- Sí... bueno... algunas cosas me han sucedido, pero no me han motivado lo suficiente..., dije poco convencido.
- Dirás más bien que te ha dado pereza escribirlas, replicó mi blog con firmeza.
- Bueno..., llámalo como quieras. La inspiración disipa la pereza, como el sol la niebla..., dije con tono nostalgico.
- Déjate de rollos y de poesía barata, me espetó resuelto. Sencillamente me tienes abandonado. ¿No podías haber contado lo de Nicolás en la cama del abuelo, o las proezas de tu ángel custodio buscando aparcamiento debajo de las piedras o algo sobre el dvd del Sporting que te han traido los Reyes...?
- Todavía no me ha dado tiempo a verlo, contesté capeando el temporal.
- Pues no sé a qué esperas. Ya estás yendo a verlo y luego me cuentas.
- Vale. La semana que viene te lo contaré.

domingo, 4 de enero de 2009

Un pez volador


Sobre la pared de un edificio invertido, se proyectaba la sombra de un pez flotando entre dos aguas. ¿Imposible? Preguntádselo al sol, al viento, a la sábana y al cristal de la mesa..., y os dirán que han visto lo mismo que yo.